En la terraza, un caleidoscopio de colores le da la bienvenida. El mar y el cielo se funden en un horizonte de belleza cautivadora. Mientras se relaja bajo la sombra del icónico techo de lona de The Lighthouse y le sirven al más puro estilo de Baros, disfrute de las mejores vistas de la puesta de sol de la isla.
Se trata de una visita imprescindible que debe hacer, al menos, una vez durante su estancia. Durante el día, espíe a los bancos de peces relucientes de la laguna. Las noches se caracterizan por las suaves brisas y apacibles melodías de la música en directo. Lo que sí está claro es que, haga lo que haga en el salón de The Lighthouse, lo puede mejorar degustando los vinos, cócteles y canapés más exquisitos.